La Asamblea General de la ONU: un desfile de hipocresía.

La defensa del Derecho Internacional es proporcional a lo cerca que se esté de las Naciones Unidas.

Itziar Canales

10/14/20226 min read

Gran trabajo de la diplomacia saharaui.

     Mientras la diplomacia marroquí sigue comprando voluntades y silencios, como parece que ha hecho en Holanda, estas últimas semanas han sido muy activas para la diplomacia saharaui que, además de reunirse con políticos argentinos, tunecinos, ecuatorianos o de Botswana, han llevado a cabo varias reuniones en el seno de las Naciones Unidas.

Pedro Sánchez interviene en la ONU.

  Después de repetidas declaraciones afirmando que la autonomía marroquí es la propuesta “más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto del Sahara Occidental, el presidente español dedicó una parte de su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas al mismo: "No podemos arrastrar conflictos del siglo pasado (…) España apoya una solución política mutuamente aceptable en el marco de la carta de Naciones Unidas y de las resoluciones del Consejo de Seguridad ". Un discurso similar al de años anteriores, pero sin hablar ni de “libre determinación” ni de autonomía.

    Para el Frente Polisario, este discurso muestra las contradicciones del Gobierno de España pues, aunque lo repitan públicamente en otros foros, “nadie puede pronunciarse (en la ONU) en contra del proceso de descolonización del Sahara (…) porque la naturaleza jurídica del conflicto no ha cambiado”. De hecho, fueron varios los países, entre ellos Argelia, que recordaron y remarcaron que se debía garantizar al pueblo saharaui su derecho legítimo a la libre determinación, de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y resoluciones de la Asamblea General y el Consejo. El presidente Tebboune destacó, días después, que “la cuestión del Sahara Occidental (…) está registrada en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (…) y seguirá siendo una cuestión de descolonización hasta que el pueblo saharaui ejerza su derecho inalienable a la autodeterminación a través de un referéndum libre”. También insinuó que la prudencia del discurso español pretendía ser un retorno a la posición que mantiene la UE respecto al contencioso.

    El ministro Albares ha evitado pronunciarse acerca de las insinuaciones argelinas, pero ha confirmado que la hoja de ruta que se firmó con Marruecos sigue “vigente y se está cumpliendo”. No obstante, estos días se ha conocido que la página de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo, y que depende del Ministerio de Exteriores, ha corregido el mapa y ha incluido la línea fronteriza que separa el Sahara Occidental de Marruecos (al contrario del que se presenta en la página del Ministerio).

Alardeando de los logros de las nuevas relaciones

     Cuando se conoce que Argelia vuelve a encabezar la lista de suministradores de gas a    España y se ha logrado llegar a un acuerdo por el precio del gas, el ministro Albares reconoce que, pese a que siguen trabajando por retomar las relaciones de amistad, el bloqueo comercial continúa. No obstante, siempre que se le increpa por esta situación con el país vecino, él recurre a las buenas relaciones que existen con Marruecos y alardea de la significativa caída de las entradas irregulares en España “mientras, en Europa, se están multiplicando”; y del acuerdo para reabrir el comercio terrestre entre Marruecos y las ciudades de Ceuta y Melilla en enero, lo que implica, indica, “el reconocimiento de las fronteras” entre ambos países (aunque no parece que sea así, como se ha sabido recientemente). Mientras los miembros del PSOE de las ciudades autónomas celebran que el Gobierno de España cumpla y trabaje siempre “por el bien de los melillenses y ceutíes”, en el PP desconfían y se le acusa de “pagar un alto precio” preguntándose “¿qué ha conseguido Sánchez entregando el Sahara a Marruecos?” ya que “no nos van a dar nada nuevo” sino “reponer lo que nunca tendría que haberse quitado”.

     España también aporta en esa hoja de ruta y, a la vez que anunciaba la apertura comercial, prometieron “contribuir al desarrollo económico de nuestro vecino del Sur” a través de “un Fondo de Promoción del Desarrollo, por valor de 20 millones de euros (…) para la concesión de microcréditos que favorecerán la inclusión de jóvenes y de mujeres en el sistema productivo”.

Comité de Descolonización

     Dentro de las cuatro sesiones que se van a celebrar en octubre sobre la cuestión saharaui, estos días se ha reunido en Nueva York el Comité de Descolonización de la ONU, del que forma parte el contencioso del Sahara Occidental por considerarse, jurídicamente, como un territorio no autónomo pendiente de descolonizar.

     Hubo revuelo cuando, al darle la palabra a España, potencia administradora del territorio, el diplomático español anuló su intervención. Fuentes de Exteriores dijeron a Público que la intervención no se anulaba, sino que se aplazaba, aunque el periódico declara que, desde 1975, España nunca ha intervenido en las comisiones que hablan del Sahara Occidental.

     Sidi Mohamed Omar, representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas, aprovechó su intervención para reprochar las promesas incumplidas por parte de la organización, alentando al comité a “tomar medidas concretas” para culminar con el proceso de descolonización del Sahara Occidental. Del mismo modo, los representantes de varios países aludieron al Derecho Internacional y a las resoluciones que abogan por la libre determinación del pueblo saharaui, llamando a aumentar los esfuerzos para unas negociaciones directas. La delegación canaria desplazada a Nueva York, instó las Naciones Unidas a promover “sin más dilación, la solución justa y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental, llevando a la práctica el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui mediante la celebración de un referéndum” tal y como se promueve “en la Carta de Naciones Unidas y en las correspondientes resoluciones”.

Papel del Enviado Especial

     En sus discursos, todos los países aludieron a los esfuerzos del Enviado Especial, Sfeffan De Mistura, que continúa reuniéndose con diferentes administraciones. Rusia, Alemania o Bélgica han sido los últimos países en reiterar su apoyo al Enviado, al igual que Albares, quien se ha reunido, por primera vez con De Mistura tras el apoyo explícito del Gobierno de España al plan de autonomía marroquí.

     Pese a las reuniones que ha mantenido De Mistura, y eludiendo el giro español, lo cierto es que no ha habido grandes cambios en el conflicto. Lo que sí es destacable es que el Enviado Especial haya cumplido un año en su puesto sin haber visitado los territorios ocupados del Sahara Occidental. Sidi Mohamed Omar, representante saharaui ante la ONU, declaró que “la razón principal de que el señor De Mistura no haya podido visitar el Sáhara Occidental es Marruecos y su habitual obstruccionismo y tácticas dilatorias”.

     Aunque desde la ONU guarden silencio, lo cierto es que las críticas a Sánchez siguen llegando y, hace unos días, se ha hecho pública una declaración, firmada por 600 expertos en Derecho Internacional, que denuncian la grave violación a la legalidad que supone la decisión del Gobierno de España de apoyar la autonomía marroquí para el Sahara Occidental. Del mismo modo, se ha conocido una campaña, liderada por Noam Chomsky, que exige la descolonización inmediata del Sahara Occidental y la retirada de la fuerza ocupante para poder proceder al proceso de autodeterminación del territorio.

Expolio en el Sahara Occidental

     Cuando se cumple un año de la sentencia del TGUE que invalidaba los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos, y mientras se espera la sentencia definitiva del TJUE, la organización Western Sahara Campaign (WSXUK) ha declarado ante el Tribunal Supremo de Reino Unido que “el Acuerdo de Asociación firmado entre Reino Unido y Marruecos, y que incluye los productos provenientes de los territorios ocupados del Sahara Occidental, es ilegal por no contar con una condición primordial, que es el consentimiento y la aprobación del pueblo saharaui”, igual que se argumentaba en la sentencia europea.

     Así, mientras el Frente Polisario va ganando batallas judiciales por el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental, hay empresas que siguen haciendo oídos sordos y continúan colaborando con la fuerza ocupante mientras ésta busca nuevos medios para expandirse.